miércoles, agosto 29, 2007

Cautivas, Jorge Brantmayer



El presente trabajo de Brantmayer se adscribe a un estilo y una ética social que busca develar realidades que normalmente no existen para el gran público, a no ser que tengamos el estímulo mediático adecuado para acercarnos a él: en este caso, es el mundo de la cárcel de mujeres de Santiago.

Seguir leyendo y ver algunas fotografías



Retratar criminales es una práctica que no tiene nada de novedoso en Fotografía, pues desde sus inicios existió la tentación de estudiar y tratar de relacionar ciertas fisonomías con conductas delictuales.

Por el contrario, los retratos de Brantmayer tratan de indagar con honestidad el interior de las reclusas, mediante encuadres muy simples -muchos casi rayan en la foto carnet-, con miradas directas a la cámara, sin gestos forzados, sin distracciones ni ruidos de fondo. Estamos solos frente a una mirada , una actitud y nuestros prejuicios. Sin duda diremos muchas cosas de cada una: linda, fea, cara de mala, cara de buena, cara de hombre, coqueta, ¿Qué hace ésta aquí? ¿Cómo es posible que sea criminal? Ah no... ella debe haber matado a su marido.

Pero tratando de dejar de lado toda la basura cultural que nos lleva a juzgar a personas que no conocemos, podemos encontrar dignidad femenina en rostros que podríamos pensar que sólo guardan emociones apretadas y recluídas bajo el propio encierro físico. Difícilmente lo sabremos, pues la ilusión fotográfica nos hace inferir mundos enteros... cuando en realidad todo no es más que una fracción de segundo.

El acercamiento brutal a estos rostros aumenta como una hipérbole, pues cada fotografía es de dimensiones que superan la escala humana natural.

Las ampliaciones de más de un metro tienen una factura técnica impecable. El formato de origen es digital, por lo cual podríamos esperar imágenes pixeladas en tales tamaños, asunto que no vemos gracias a una cuidada ampliación lambda (aunque para mí, el lambda no tiene la calidez de la ampliación blanco y negro argéntica tradicional). Esto se agradece especialmente, pues da luces de esperanzas en un mundo (¿O un país?) donde estamos cada vez más acostumbrados a ver cuadrados grotescos como unidades de imagen.

El origen digital también se presta para un juego del autor: cada imagen está titulada con el nombre del archivo que es dado por la cámara. Así por ejemplo, DSCF0028.tif no parece tener el arquetipo de mujer encarcelada... DSCF0124.tif tiene una mirada desafiante. Casi es un código de barras que nos despersonaliza, un número más en una estadística de personas que no nos importan, que nuestra sociedad no quiere mostrar, "un preso más", pero que en un trabajo como éste nos permite reflexionar sobre los valores y antivalores de nuesta cultura de masas. Nos induce a pensar en los conceptos de justicia y de lo femenino.

La exposición Cautivas, puede verse en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile, hasta el domingo 2 de septiembre.

Parte del trabajo puede apreciarse, con comentarios (en audio) del autor, en EMOL.


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domingo, agosto 19, 2007

(Triste) Día ¿Nacional? de la Fotografía en Chile


El juicio emitido en este título no se dirige a la calidad del material expuesto, sino hacia una organización totalmente deficiente: me es difícil creer que en la capital de Chile, y en uno de los centros culturales más importantes de Santiago, donde deberían converger todas las fuerzas creadoras de nuestro país, el "Día Nacional" de la Fotografía haya presentado un paisaje tan desolado como se muestra en la imagen anterior.

Y es que un día nacional es sinónimo de fiesta, el momento del año donde se junta lo mejor del espíritu que nos congrega. ¿Se merece llamar día nacional un evento donde penaban las ánimas, y con el 90% de su superficie totalmente vacía?


Continuar enterándose de este evento


El sábado 18 de agosto se anunció el inicio de las celebraciones del "Día Nacional de la Fotografía", cuyo acto central sería encabezado por la mismísima ministra de cultura, en el Centro Cultural Estación Mapocho.

Buscando evitar cualquier asomo de formalidad y discursos políticos, decidí llegar pasadas las 15:00 horas, encontrándome sucesivamente con las siguientes panorámicas:

¿Acaso es el regreso de los dinosaurios de la Fotografía? ...Esto promete...


Ok... simpática idea...


¿Cómo? ¿Ya se acabó? ¡¿Dónde están todos?!


¡Aah! Aquí están las actividades. Que surrealistas estos organizadores... poner ese cartel en medio de la nada...

Suponiendo que en alguna sala se escondían colegas fotógrafos, cineastas, artistas de otras áreas, profesores y familias enteras que venían a disfrutar de tan magno evento, bajé las escaleras hacia una sala de exposiciones donde un año antes se montó la muestra de Picasso, Miró y Goya. Pero antes de entrar, era posible ver un muro con 99 fotografías, de 99 fotógrafos convocados por el también fotógrafo Rodrigo Gómez Rovira, y que respondieron al inquietante concepto de "Yo, Fotografía". Interesante pincelada al panorama contemporáneo de la Fotografía chilena.



Luego de observar este mix de imágenes tan diversas, me preparo para entrar a lo contundente... encontrándome nuevamente con un espacio escasamente visitado:



Bien, en este momento todas las consideraciones hacia las fotografías y su calidad estética las empiezo a olvidar, pues a estas alturas me parece inaceptable que el DÍA NACIONAL DE LA FOTOGRAFÍA haya tenido tan baja convocatoria, teniendo detrás de su organización a entidades gubernamentales y gremiales, contanto con numerosos auspicios y medios de difusión. Y no es que el espectador común y corriente no tenga interés en la Fotografía, pues años atrás he visto exposiciones llenísimas.

¿Y qué sucede con los espacios? ¿Acaso la Fotografía Chilena es tan pobre en producción que no es capaz de llenar la Estación Mapocho de actividades y exposiciones? Claramente no es así.

¿Qué sucede entonces? ¿Es ineptitud, dejación o falta de visión? ¿Falta de creatividad? ¿Otra triangulación de dineros? ¿Todo hecho a última hora? ¿Todas las anteriores? ¿Ninguna? ¿Qué cree usted?

Finalmente me dirigí a la sala donde se presentaban los diaporamas. La calidad fue diversa, pero sólo pude ver la mitad porque a las 18:07 nos echaron a los no más de 15 asistentes. "Lo siento, es que cierran a las 6. Pueden volver mañana a partir de las 12", fue toda la explicación.

¿Cómo serían las fiestas patrias si las fondas cerraran a las 6? Digo... si vamos a ir a una exposición de bajo perfil, ok, cada lugar y organización pone sus reglas. Pero el DÍA NACIONAL DE LA FOTOGRAFÍA merece mucho más que esto, donde parece que sólo unos pocos se sacaron la cresta a último minuto para entregar algo medianamente presentable, pero que dista de ser digno para semejante celebración de una rama completa del arte.

¡Si hasta las placas con los nombres se estaban desprendiendo de los muros! (creo que no se nota del todo en la foto, pero eso es... una placa en el suelo):



Después de este desahogo, espero en una próxima entrega comentar aspecto positivos de las muestras que pude apreciar. Hasta entonces.


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sábado, agosto 11, 2007

Día (Semana y Mes) de la Fotografía en Chile



Paralelamente, tanto la DIBAM como el Consejo de la Cultura y las Artes desarrollarán durante Agosto diversas actividades relacionadas con la Fotografía: exposiciones, charlas, proyección de diaporamas y documentales.

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Por una parte, el Consejo de la Cultura y las Artes está organizando un evento que ha denominado "El día nacional de la Fotografía", que oficialmente es el 19 de agosto; pero que en esta segunda ocasión, cuenta con actividades que se desarrollan desde el 18 hasta el 26 de agosto en distintas ciudades. El acto inaugural será el sábado 18 a las 12:00 en la Estación Mapocho.

Mayores informaciones en
Consejo de la Cultura y las Artes
Web del Día Nacional de la Fotografía

Spot promocional:



Por otro lado, la DIBAM ha organizado el "Mes de la Fotografía", con actividades en el Museo Histórico Nacional, Museo Nacional de Bellas Artes, y en la Biblioteca de Santiago.

La programación se puede ver en el afiche que encabeza este artículo, y el detalle de cada actividad está en las páginas web de cada institución.


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viernes, agosto 03, 2007

Blow Up



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Acaba de morir Michelangelo Antonioni, uno de los más famosos cineastas italianos del siglo pasado. Su principal legado será, seguramente, la película "Blow Up", basada en el cuento "Las babas del diablo" de Julio Cortázar.




La trama de ambas historias se refiere a la experiencia de un fotógrafo (chileno) en Paris, quien a través de una ampliación comienza a desarrollar (y tal vez imaginar) una serie de sucesos de carácter criminal. Eso en cuanto a la ficción. Lo que realmente se sabe es que Cortázar era amigo del fotógrafo chileno de Magnum Sergio Larraín y que habría basado su historia en una anécdota del mítico fotoperiodista nacional.




Resulta que en algún momento de su afincamiento en Paris, probablemente a finales de los '50 o comienzos de la década siguiente, Larraín sacó una foto de una joven pareja en un pequeño parque a orillas del Senna. Tras cartón, la mujer le manifestó a Larraín su malestar por la situación y le instó a entregarle la película. Un tercer hombre salido desde un vehículo aparcado en las inmediaciones se sumó a la petición de la mujer. El chiquillo, con cara de desconcierto y angustia, habría huído de la escena.


Al volver al cuarto oscuro a procesar y ampliar la película, el fotógrafo logró identificar ciertos detalles de la escena que le hicieron suponer que la mujer en realidad se encontraba timando al joven, y que el tercer hombre era su cómplice. Larraín hizo partícipe del proceso de ampliación a su amigo Cortázar, quien plasmó las potenciales implicancias de este hecho en su famoso cuento.


Los hechos de la vida, al ser reproducidos a través de medios visuales como la fotografía, causan tal penetración en la gente que generan un folklore y un sinfín de comentarios y observaciones escritas y orales. La paradoja del caso de la foto de Larraín radica en que todas sus implicancias inmediatas, de las cuales el texto de Cortázar no es más que el inicio del mito, terminaron por volver a plasmarse visualmente, a través del celuloide.

Filósofos y científicos concuerdan en que lo que primero impresiona al sentido común de las personas, tras la penetración vía sentidos externos, son los colores. El oficio de periodista no debiera nunca olvidar esta premisa al momento de comunicar los mensajes de relevancia social. Es cierto que existe una sobresaturación de imágenes, legado del pobre uso del medio televisivo. Sin embargo, este problema no es insalvable. Aun más, supone un desafío y un impulso para los comunicadores: debemos encontrar la técnica y contextualización mas eficiente del contenido visual.


Sergio Larraín, retirado de Magnum y de la frenética vida del reportero, reside en la actualidad en algún lugar de la Provincia del Limarí. Nunca aceptó la fama que con derecho se ganó. Entendió que el comunicador no es el protagonista y que su excesiva figuración terminaba por contaminar y perjudicar los contenidos informativos que elaboraba. Supongo que también le resultaban demasiado evidentes la desfachatez y el cinismo de vivir la vida más opulenta del mundo gracias al reporteo de la vida de las personas menos opulentas del mundo. Algo que Sebastiao Salgado, me parece, le importa un comino. Mejor, me voy a leer las Coplas de Manrique...




Créditos fotográficos:




1. "Blow Up": Michelangelo Antonioni, MGM (UK).


2. Cortázar: UNESCO.


3. Larraín: MAGNUM (Rene Burri).




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